CRECIMIENTO DIFERENCIAL

Proyecto interdisciplinar en el que exploro  las relaciones sociales y la identidad comunitaria interpretadas a través de las estructuras circulares de los yacimientos de fosos de la península Ibérica. Utilizo la arqueología como metáfora para hablar sobre el respeto entre las personas y los entornos habitados englobando las relaciones comunitarias e intergeneracionales. Lo emocional, lo material y la naturaleza se entrelazan para crecer de lo invisible. 

Recreación / Imagen digital, tierra, cristal, 2024

Estratigrafía / Tejido algodón, 38x94x10cm, 2024

TEXTO CURATORIAL ESCRITO POR MARÍA ORTEGA

En nuestra península Ibérica, gozamos de una particular riqueza en yacimientos arqueológicos que nos transmiten la memoria de sus antiguos habitantes, a la vez que desvelan ecos de su relación con el entorno habitado.

Maribel Binimelis, con su proyecto Crecimiento diferencial, se enfoca en los recintos de fosos, las enormes construcciones circulares excavadas en el suelo características del Neolítico y la Edad del Bronce, donde busca recolectar esas huellas ocultas de nuestro pasado que se pueden identificar a través de fotos aéreas y nos permiten observar el desarrollo anómalo de la vegetación y como nace con mayor exuberancia en las zonas que fueron excavadas, creando patrones en el terreno y positivando las estructuras con vegetación, creciendo de lo invisible.

Estas construcciones circulares, son símbolo de nuestra cultura e identidad comunitaria y nos hablan de las relaciones sociales y el respeto por el grupo. La circunferencia; es una forma compuesta por un perímetro que delimita un vacío interior, rodeando lo invisible; históricamente ha sido representante de la unión entre lo espiritual y lo terrenal, la comunidad y la conexión. Es también la figura que representa la forma de los propios planetas, sería acertado pensar en el círculo como el origen de la vida donde la esencia nunca desaparece, sino que se transforma eternamente.

Los yacimientos de fosos ofrecían un espacio físico de reunión y de encuentro donde enriquecer sus lazos, y sentirse seguros en una comunidad de valores sociales compartidos, comprometidos con la sostenibilidad del espacio habitado y la preservación de la memoria grupal. Desvelando cómo lo espiritual, lo emocional, lo material y la naturaleza se entrelazan en espacios comunitarios de reunión donde se nutren colectivos, crecen familias.
Maribel Binimelis recoge estas relaciones comunitarias e intergeneracionales utilizando tejidos de manufactura moderna y piezas de Drap realizadas por los antepasados de la artista en el siglo XIX.

María Ortega


DESCRIPCIÓN PROYECTO

En "Crecimiento diferencial"  exploro las relaciones sociales y la identidad comunitaria interpretadas a través de los yacimientos de fosos de la península ibérica; utilizando la arqueología como metáfora para hablar sobre el respeto entre las personas y los entornos habitados.
En el Neolítico y parte de la Edad del Cobre se construyeron espacios plagados de hoyos y zanjas excavados en el suelo, en la roca madre, con los que se creaban estructuras circulares de delimitación de enormes recintos. Con siglos de diferencia diversos grupos de personas excavaron círculo tras círculo para reunirse en estos recintos y establecer nuevos vínculos e identidades colectivas. Una vez decidido el abandono del lugar, dejaban el espacio sin vestigios observables de haber sido habitado, colmatando los hoyos y zanjas con incontables restos artefactuales y orgánicos cargados de significado social, permitiendo así el recuerdo de ciertas personas o acontecimientos importantes para el grupo.

 Utilizo como canal sintetizador del proyecto el crecimiento diferencial. Invisibles a simple vista, estas enormes estructuras moldeadas en negativo y después colmatadas pueden identificarse a través de fotos aéreas, la cuales permiten observar el crecimiento diferencial de la vegetación, que nace con mayor exuberancia en las zonas que fueron excavadas, creando patrones en el terreno, positivando las estructuras con vegetación.

Crecer de lo invisible, como hace la vegetación en los fosos, es lo que nos aporta la socialización, mediante el aprendizaje de elementos socioculturales del medio ambiente y de las experiencias, diversidad y pensamientos de nuestros congéneres. El espacio físico de reunión y de encuentro debe ser un lugar de colaboración que enriquezca nuestra experiencia y nos permita sentirnos cómodos y seguros en comunidad. Lo invisible, lo emocional, lo material y la naturaleza se entrelazan en espacios comunitarios de reunión donde crecen colectivos, crecen familias.

Las formas circulares de los recintos que como abrazos invisibles protegen, la idea de agrupación entre individuos desconocidos y la forma de tratar los objetos y restos creados durante la ocupación del lugar, me llevan a utilizar los yacimientos de fosos como recordatorio de lo importante que son los valores sociales, el respeto por la diversidad, la memoria grupal y la sostenibilidad del espacio habitado. Con tejidos de antes y de ahora, recojo las relaciones comunitarias e intergeneracionales utilizando tejidos de manufactura moderna y piezas de Drap realizadas por mis antepasados en el siglo XIX.